quarta-feira, 2 de maio de 2018

INICIACIÓN AL LABERINTO


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Fragmento de la novela "VIAJE DE ORFEO AL FIN DEL MUNDO", Obra procesual de Manuel Castelin, escrita originariamente en Gallego.



(Orfeo llega hasta el extremo occidental del mundo, buscando cómo entrar en el País de los Muertos, para intentar rescatar a su esposa Eurídice, enviada allí en el día de sus bodas, por la picadura de una serpiente.

El Guardián del Laberinto de Finisterre, Donnón, le explica como construir un sendero laberíntico personalizado y como recorrerlo, para despertar la memoria esencial de su yo real antes de descender al Mundo del Olvido, a fin de entrar en él con toda su cosciencia y poder regresar con vida).





EL GUARDIÁN DEL LABERINTO DEL FIN DEL MUNDO INSTRUYE AL ARTISTA PEREGRINO:

 "-Ahora que ya está hecha la estructura de tu Laberinto Personalizado, Orfeo, tanto en la maqueta de barro como en el terreno que has preparado, y que tus conceptos personales sobre las etapas y estaciones del Camino de la Vida están bastante aclarados, debes acabar de personalizar al máximo tu propio memorial de tu caminada vital, colocando a la orilla del sendero del Laberinto los ciclos de tu vida, para que la reflexión sobre lo más intenso e importante de cada uno de sus septenarios, te ayude a llegar a entender la síntesis del significado general de esta encarnación tuya.

La senda que hicieron los Ancestros sobre este arranque del cabo del Fin del Mundo -continuó explicando el Guardián-, tiene 110 Estaciones, que, divididas entre siete, da casi 16 ciclos, el ocho del Infinito duplicado. En realidad da 15 más una fracción de 714 y aún más dígitos menores, pero esos dígitos de diferencia precedidos por el mágico 7 y su duplicado, el 14, transcurren en el Tiempo sin tiempo de la dimensión del Misterio.

El Laberinto es urobórico, como la serpiente que muerde la propia cola, porque es infinito, infinitos laberintos cíclicos que se concatenan, unos en otros, en una trama que todo lo crea, lo abarca y lo vive. La estación 104, situada en la carta final, la 110, es la misma que la Estación Cero, donde comienza la raiz del Sendero.-

-Mi maestro -seguía explicando Donnón- me dijo que el cuerpo del ser humano está hecho para durar hasta unos 110 o incluso 120 años, pero que la Naturaleza no está para nada interesada en la duración del cuerpo, sino en el desarrollo evolutivo de las unidades de consciencia de la Vida Total, que ella proyecta, tal como nos proyectó a nosotros,  sobre su propio plano material, con el fin de  vivirlo, conocerlo y conocerse.

Una unidad de consciencia como la tuya o la mía, Orfeo, se reviste de un  vehículo compuesto de los cuatro elementos físicos del planeta, un cuerpo físico, un avatar del Ser perfectamente adecuado para crear en esta dimensión, que es una dimensión intermediaria entre lo más sutil y lo más denso del propio Ser. 

Ese vehículo denso tiene sus ventajas y sus limitaciones, según como lo use nuestra consciencia. Podemos vivir la vida o ser vividos por la vida, Orfeo. Lo primero significa tener una fuerte voluntad personal y creativa de vivir siendo uno mismo. Lo segundo significa dejarse llevar por la voluntad de la vida, a menudo poco previsible, reaccionando a sus impulsos, a eso que llaman el destino, o dejarnos llevar por la voluntad de aquellos que dirigen la sociedad, amplia o local, en la que víves, por la mentalidad imperante, o por la voluntad de las personas que te rodean de cerca y que más te influyen. ¿Puedes entender esto?- 

 -Lo entiendo muy bien, Donnón-respondió Orfeo.- La mayoría de la Humanidad se deja llevar, simplemente, por voluntades que no son la suya propia, y ni siquiera piensan sobre el asunto.-

 -Así es- repuso el instructor-. Todo el mundo recorre el Labirinto Evolutivo, no hay como no recorrerlo, pero la inmensa maioría lo recorre ciegamente. Sólo en el momento de la muerte les llega una centella súbita sobre el sentido de su recorrer, un relámpago de autoconsciencia que la muerte de la limitación del cuerpo liberó. Sin embargo, ya es demasiado tarde. es un clarón efímero, que no sirve para corregir el rumbo ni para mejorar el futuro. El futuro acabó.

 Y quién baja al Mundo de los Muertos tan sólo con ese clarón pasivo, automático, de autoconsciencia, ya no tiene como volver consciente a la vida, Orfeo, por desgracia. Allá abajo, el olvido impera. Sólo resta comezar a girar de nuevo en la Rueda del Destino. Y de nuevo a ciegas, en la ignorancia. 

 Realmente, quien no acierta a desarrollar un cierto grado de autoconsciencia antes de la muerte, ya estaba muerto antes de perder el cuerpo, y a la muerte pertenecía. Sólo sobreviven al Gran Olvido aquellos que llegaron a la Dimensión de los Muertos habiendo cultivado un Gran Recuerdo de sí mismos, recuerdo convencido de su Real Ser ntuído, eso es lo que significa auto-conciencia, no el recuerdo del ególatra personaje que representaban en el Teatro del Mundo, que es sólo ilusión escogida.-

 Calló el Guardián del Laberinto del Fin del Mundo. Sólo quedó en el aire el
murmullar del viento y de las olas del mar próximo. Orfeo había entendido lo importante, así que no tardó en preguntar:

-¿ Y cómo hago yo para desarrollar autoconsciencia rápidamente?- Aunque ya sabía lo que el instructor respondría. 

Donnón señaló el Labirinto con un gesto de su mano - Esto es un artifício, amigo mío, seguramente muy anterior al desarrollo de las religiones, que ayuda a rememorar rápido por intuición lo que tú ya sabes en tu interior sobre tu Propio Ser y sobre lo que vino tu Ser a experimentar en este mundo, Orfeo. Hubiera sido muy bueno haberte dado cuenta de esa cuestión tan importante  poco a poco, reflexionando por ti mismo sobre la enseñanza profunda que te dejaron los momentos más intensos de tu vida, justo después de vivirlos. Pero, a falta de eso, esta construcción artística que los antiguos nos dejaron puede servir para activar el Memorial Interno de tu vida, y facilitar una toma de consciencia urgente de su sentido.- 

 -Muy bien, por favor, explícame ya como es que funciona este arte.- 



 -Fíjate bien en los detalles, Orfeo: El camino de tu vida no comenzó en el momento de tu nacimiento, comenzó en la Estación Cero del Laberinto, la del misterioso origen de todo.

 La Conciencia de la Vida decidió tu manifestación en la estación 01 y, a continuación, desde la estación 02 hasta la 05, trancurre el periodo en el que las voluntades de tus futuros padres aceptaron hacerse instrumentos facilitadores de una de las manifestaciones del Ser Vida que pensaron nombrar con sus nombres de familia. 

 Sólo en la Estación 06, "El Hijo" (el Hijo con mayúscula, no el de tus padres, sino el Hijo de la Vida, el ser que tú en la realidad eres), es dado á luz por tu madre física, otra hija de la Vida, y comienza a respirar el aire de este planeta Tierra, envuelto en un cuerpo formado por sus elementos. La Estación 06 se corresponde con la edad Cero de tu cuerpo físico. 

Desde la estación 1, El Aire, para adelante, comienzan a contarse tus septenarios, el Labirinto contempla desde la estación uno, 103 estaciones que son los 103 potenciales aniversarios de tu vida física. En nuestro tiempo es muy excepcional que un cuerpo consiga vivir tanto tiempo, pero puede ser que, en el futuro, el progreso material de la Humanidad consiga alargar a más de un centenar de años la vida útil de nuestras envolturas, sean para entonces todavía de carne o de otros artificios materiales más duraderos.

Sin embargo, te aseguro que, por lo que yo sé, los constructores del Laberinto sólo estaban interesados en el desarrollo al máximo de la autoconsciência humana, y no en la duración de su envoltura. 

 El Camino del Aprendizaje del Vivir propiamente dicho contempla un tiempo de vida, creado y activado por tu voluntad inconsciente o consciente de ser, de ochenta y tres  años, desde la estación 1, hasta la estación 83, "ENTREGANDO" en la cual, los hombres sabios, viendo ya, sin la menor duda, que sólo decadencia espera a su cuerpo, lo entregan a la Vida y se concentran, únicamente,  en hacer el reciclaje de lo aprendido por lo único que esperan salvar, que es la consciencia activa, la consciencia autoconsciente. 

El RECICLAJE de aquellos contenidos de tu memoria con fuerte consciencia se hace en la estación 84, que ya antecede, no sólo al  Septenario número TRECE, (el número del acabamiento total de lo que había antes) , sino también el ciclo final de tu vida, y lo inicia con la estación 85, que sería la extracción de la SÍNTESIS del sentido de tu vivir hasta ahora, acompañada por la confirmación del final del ciclo anterior en la estación siguiente, la 86, que es LA MUERTE. La muerte del hombre viejo, el identificado con el cuerpo. 

 Después de ese largo aprendizaje, lo que importa es concentrarse ahora en aplicar el conocimiento consciente del Objetivo-Síntesis al tiempo de existencia física que aún te puede restar. 

¿Para qué? para conseguir la REGENERACIÓN, que empieza en la estación 87,y llega a su apogeo en la 93 y la 94,  que marcan la AUTOCONSCIENCIA de SER EL SER, es decir, fin de la MENTALIDAD, que era una manera externa de verlo todo, incluso a tí mismo, y la asunción direcra e integral de tu identificación con  el ser real que siempre fuiste, aunque te lo velase el cuerpo y la personalidad asociada a él a èl y a la mentalidad, envolturas que, en esa edad física, ya no tienen regeneración posible.

A partir de ahí, si tu proceso continúa bien guiado por el Objetivo Síntesis, todo será conscienciar las gloriosas cualidades y poderes del Ser, aunque, en esa alta etapa, el Laberinto todavía te da un último toque de atención: Después de la estación 98, en la que te parece sentir que has tocado la VERDAD INDUDABLE, viene la 99, iniciando la etapa final de CORONACIÓN Y RETORNO, en la que se te hace la pregunta "¿ERROR?, porque, para llegar a una COMPASIVA MAESTRÍA verdaderamente AYUDADORA siempre tendrás que vigilar que el PODER y, sobre todo, el ÉXTASIS en el que ahora vives no te haga perder el sentido crítico ni, sobre todo, el autocrítico.


Por último, mi amigo, verás que la quinceava etapa final es la única que no tiene siete estaciones, tiene cinco, parecería que le faltasen dos, pero lo que ocurre, en realidad, es que e ella se inicia el TIempo SIN TIEMPO que conduce al núcleo del MISTERIO, un agujero negro que re-integra en sí la consciencia desarrollada por  este laberinto y pare el siguiente.-

Calló de nuevo el instructor, y reinó un silencio largo musicado por un fondo de viento y mar, en el que Orfeo ponía en orden en su mente lo que le más resonaba de todo cuanto había escuchado.

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NOTA FINAL:  El Memorial Manuel Castelin, que puede servirte de modelo para crear el tuyo, empieza en el siguiente post, con el título "
PERÍODO RAÍZ: ESTACIONES 0 A 06", CLIC AQUÍ.